Las máscaras originales estaban hechas de lino, barro, y madera. Con pelucas los actores se cubrian la cabeza e incluían una apertura para la boca.
Esas máscaras se estilizaron para hacer posible que la audiencia identificase a un personaje desde la distancia. Al mismo tiempo, el actor podía "desaparecer" en el papel que estaba interpretando y aparecer con otra máscara interpretando otro personaje.